Puerto Rico does it better
Dedicado a Enrique Ramal, mi enlace en el Caribe
A veces, casi siempre, a no ser que seas Leónidas, la cercanía con la muerte acojona. Nadie está preparado y menos cuando la guadaña llega sin avisar, dejando cuerpos jóvenes y quizá no tan bellos, pero siempre arrancados de este planeta demasiado pronto.
Quizá por vivir en el borde del filo, la última moda en Puerto Rico entre la gente de mal vivir -como la vida del que suscribe esto pero sin pistolas- es comunicar a sus familiares, por si llega la guadaña, como quieren su velatorio. Y no les interesa los ataúdes, ni aunque tengan la forma del escudo del Barça.
El precursor de todo fue este joven. Obviamente, su corazón ya no palpita hace bastantes horas.
Bajo el acertado nombre de "El muerto Parao" se esconde este último desafío a la muerte. El recién finado permanece digno hasta el último momento, allí, haciendo lo que mejor sabía hacer, sujetando una esquina.
¡Miradlo! ¡¡Parece que está vivo, a punto de derrapar con su caballo de acero!!
El de aquí arriba tampoco tiene pérdida. Ni pulso. Deduzco que era un reputado motero, veamos el parte de su muerte: "Morales Colón, apodado “El Matatán”, fue asesinado a tiros el jueves, en la calle 11 de la avenida Rexach en Barrio Obrero, mientras conversaba con una adolescente que resultó herida en una pierna. " Obviamente pidió a sus familiares que lo velaran en su mejor motarra, para vacilar a la muerte de centímetros cúbicos, un último "fuck you" pese a estar finito. El atrezo de la escena acaba de rematarlo todo. La columna de la Semana Romana del Leroy Merlin con lámpara rosa, el suelo de váter y el pitón agarrado a la columna (a ver si va a arrancar) completan esta naturaleza muerta y urbana de culto.
Yo quiero una.