Razones al azar por las que Oliver Stone me cae guay
Stone de visita por los arrozales de Sueca.
Mola por que él fue el guionista de la peli de Conan el Bárbaro. Una obra maestra. Recuerdo verla de nano en una tele de 14 pulgadas, con aquel cinemascope brutal en esa pantallita. Ver la cabeza del malo rodando por aquellas escaleras era igual de colosal.
Obviamente, por descubrirme a los Doors.
También me cae simpático porque le pega al alpiste -y todo lo demás- a discreción (y a su edad); cada dos por tres es detenido en L. A. conduciendo borracho, con algo de coca, un kilo de marihuanan y un magnum 44 -sin licencia- en la guantera.
Es excesivo. Un temerario. Es como un crío pero en tocho y con cara de mejicano borracho. Para escribir el guión de "EL precio del poder" se fue a Colombia dos meses a "documentarse"; después de pasarse una temporada con los narcos más chungos rollo colegas y hasta arriba de coca, su mujer le exigió volver a EEUU o se separaba de él.
El bueno de Oliver, entre raya y raya, entró en razón y volvió junto a su esposa con el guión de "El precio del poder" bajo el brazo.
Por redescubir a Samuel Barber y su adagio en Platoon.
Por pretender hacer un documental del presidente iraní (farà falta?) estando ya esto: